Dentro de la implantación del TPM en nuestra planta una de los pilares básicos es el Mantenimiento Autónomo, este implica la «propiedad» del equipo o máquina por parte de la persona que la opera, si quien lo usa habitualmente y sufre su funcionamiento no se preocupa de que esté en condiciones va a ser complicado que alguien más lo haga. Las rutinas CIL es una de las herramientas para lograrlo.